Es un trastorno propio de los adultos, aunque infrecuente, en el cual se produce una hidrocefalia lentamente progresiva, en la cual no hay gran aumento de la presión dentro de los ventrículos y el cuadro se asemeja a una demencia. Este cuadro debe ser sospechado por el médico tratante, sobre todo en personas de 50-70 años de edad, cuya alteración cognitiva se acompaña de trastornos de la marcha típicos e incontinencia urinaria.
Se pueden efectuar una serie de tests para determinar la probabilidad de estar padeciendo un trastorno de este tipo, y la cirugía tiene buenas chances de mejorar estos síntomas.