El hematoma subdural agudo es la acumulación de sangre entre el cráneo y el cerebro, pero por debajo de la duramadre, y en contacto con el cerebro. Ocurren generalmente en el contexto de un traumatismo de cráneo o bien de fenómenos de aceleración o desaceleración violentos. Ocasionalmente pueden ocurrir por ruptura espontánea de un aneurisma o malformación arteriovenosa. Puede formarse rápidamente o en cuestión de horas, generando a su vez mucho edema en el cerebro adyacente.

Hematomas pequeños son bien tolerados y suelen producir síntomas menores como cefalea o vómitos. Pero cuando los hematomas alcanzan un volumen significativo, revisten de gravedad el cuadro, pudiendo generar deterioro del sensorio, coma, convulsiones, daño neurológico e incluso la muerte. En los casos avanzados la mortalidad es alta.

La única alterantiva es la evacuación quirúrgica, la cual muchas veces no es suficiente para revertir el severo daño neurológico que ha ocurrido. Es primordial una atención rápida y que el paciente se encuentre en condiciones generales adecuadas para tolerar la cirugía. Pacientes con severo daño neurológico, que muestren signos de irreversibilidad del mismo o bien que se encuentren clínicamente descompasados no podrán ser intervenidos y probablemente el pronostico sea ominoso.