Meningiomas

Los meningiomas son tumores relativamente frecuentes. Son los tumores benignos más frecuentes del cerebro en el adulto, y corresponden al 25-30% de los tumores benignos del adulto. Son infrecuentes en niños. Se originan en las células aracnoidales, en las meninges, y por eso es que habitualmente están “por fuera” del cerebro. Crecen lentamente, desplazando estructuras y en ocasiones incluyéndolas dentro de si. Por ello es mas sencillo resecarlos. Sin embargo, la resectabilidad total del tumor no es siempre factible especialmente en aquellos localizados en la base del cráneo, que se encuentran rodeados por estructuras muy delicadas. En ciertos casos, una reducción del tamaño tumoral y posterior control puede ser una estrategia válida.

Algunos meningiomas son de crecimiento mas lento, otro pueden crecer más rápido y exhiben cierta tendencia a la recidiva, aún después de una buena resección. La organización mundial de la salud (OMS) ha ideado una clasificación para definirlos de acuerdo a la sus características histopatológicas; así, los meningiomas grado I son aquellos de crecimiento muy lento, con escasa tendencia a la recidiva y aquellos grado III son mas agresivos, pueden infiltrar el parénquima cerebral, duramadre y hueso, y su tendencia a recidivar puede hacer necesario la realización de radioterapia concomitante.

Otra característica importante de los meningiomas es su alta vascularización. Aunque no siempre es necesario para la cirugía, tumores muy grandes pueden beneficiarse de una embolización pre-operatoria que facilita la tarea del cirujano.

La localización de los meningiomas es sin duda de las características más importantes a tener en cuenta tanto por el cirujano como el paciente. Los meningiomas de la convexidad son lesiones generalmente más accesibles, que pueden dar síntomas como cefalea o crisis convulsivas. Cuando se localizan en la región central, pueden producir debilidad en un hemicuerpo. Los meningiomas parasagitales y de línea media pueden comprimir y/o infitrar los senos durales, que son grandes venas colectoras que discurren por el espesor de la duramadre, su lesión puede ser compleja y crítica para el paciente.

En cambio, los meningiomas de la base de cráneo pueden comprimir algún nervio craneal. en estos casos, la delicadeza de la zona sumado a la dificultad en su abordaje, preconizan el manejo por parte de especialistas en cirugía de base de cráneo.